miércoles, 6 de abril de 2011

Rasgos adaptados a condiciones extremas

Tanto plantas como animales han colonizado diferentes hábitats y han desarrollado una diversidad de adaptaciones frente a diferencias en la temperatura, altura, humedad, disponibilidad de alimento, entre otras. Estos rasgos adaptativos permiten al organismo optimizar sus funciones vitales.

- Por ejemplo, el quisco costero (Echinopsis Chiloensis) es un claro ejemplo de estas especies adaptativas. En este caso, este se transformó en cáctus para que no se deseque, es por esto, que almacena agua en su interior. Estos poseen poca ramificación y además los cáctus poseen adaptaciones metabólicas asociadas a condiciones de aridez. (al poseer estas condiciones, los cáctus minimizan la pérdida de agua por evaporación).

- Por otra parte, las plantas de altura (como por ejemplo la Llareta)(Azorella compacta) poseen adaptaciones que le confieren resistencia al frío, debido a esto, y a otras características. Este tipo de planta crece muy lentamente y consiste en la formación de protuberancias cóncavas cuyas pequeñas hojas están recubiertas de una sustancia resinosa, que optimiza la conservación de agua.

Otro ejemplo de adapatación a condiciones extremas son los pinguinos de la Antártida. Como las demás aves, los pinguinos emperadores son homeotermos, ya que mantienen una temperatura corporal estable. Estos también poseen una capa gruesa de grasa bajo la piel, evitando así la pérdida del calor.
Más del 80% del calor que escapa en la exhalación es recapturado por un complejo sistema de intercambio de calor en sus vías nasales.
El sistema circulatorio de los pinguinos está dieñado para minimizar la pérdida del calor en las extremidades.
Estos animales, "tienen" un sistema de contracorriente. (que hace que la regulación del calor transferido a las venas o disipado al ambiente ocurre mediante la dilatación o contracción de los vasos sanguíneos)

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